Una mirada distinta sobre la nutrición

En el articulo de hoy, vamos a abordar el aspecto nutricional del bienestar y el rendimiento. Primero, me gustaría señalar que la nutrición es el combustible que nuestro cuerpo utiliza para funcionar; cuanto mejor sea ese combustible, mejor funcionará, tan simple como eso.

Lamentablemente, en las dietas actuales, la mayoría de los alimentos son combustibles de baja calidad que introducimos en nuestros cuerpos esperando, de todas maneras, rendir al máximo. De la misma manera que no esperamos que un automóvil de Fórmula 1 funcione a más de 300 km/h con combustible común, no deberíamos esperar sentirnos bien y rendir usando alimentos de mala calidad como combustible.

En mi opinión, el problema radica en la resistencia casi inquebrantable del cuerpo humano para soportar abusos. Vivimos en tal desconexión con nuestro interior que no somos capaces de sentir como esa comida nos afecta en el momento. Solamente después de años y años de abuso es que esas señales se manifiestan en alguna condición de salud mas compleja. Lo que ponemos en nuestras bocas hoy dicta como nos vamos a sentir mañana, es nuestra responsabilidad y derecho elegir. Invertir, dentro de nuestros presupuestos, en nuestra nutrición es una de las mejores inversiones que podemos hacer porque nunca perderemos.

Podríamos argumentar que la vida es demasiado corta como para privarnos de algunos placeres. Pero permíteme darte algunas ideas sobre cómo lo que comes afecta tu estado de ánimo y comportamiento, configurándote literalmente para el éxito o el fracaso.

Para entender un poco más este proceso complejo, voy a empezar definiendo un neurotransmisor como el mensajero químico del cuerpo para comunicar información entre neuronas. Hay muchos neurotransmisores en nuestro cuerpo, los más populares son: Dopamina, Serotonina, Acetilcolina y GABA, entre muchos otros. Estos neurotransmisores afectan directamente nuestro comportamiento; piensa en cuántas veces metemos la mano en nuestros bolsillos para sacar nuestros teléfonos en un intento de obtener una descarga de Dopamina.

La descarga de Dopamina es una respuesta evolutiva que nuestro organismo desarrolló para facilitar la supervivencia en el entorno, pero hoy, como sociedad,  ese mecanismo fue hackeado para que nos comportemos de la manera que el mercado desea.

En este punto, probablemente te estés preguntando, ¿pero qué tiene todo esto que ver con la nutrición? Bueno, aquí tienes tu respuesta: la mayoría de tus neurotransmisores se producen en el intestino, en lo que hoy llamamos el segundo cerebro. El sistema nervioso entérico son dos capas delgadas de más de 100 millones de células nerviosas que recubren tu tracto gastrointestinal desde el esófago hasta el recto.

Cada alimento que ingerimos desencadena una cascada de reacciones químicas dentro de nuestros cuerpos, y los neurotransmisores resultantes se liberan en el cerebro a través del nervio vago, que conecta el cerebro directamente con el intestino mucho más rápido que a través del torrente sanguíneo.

Es por eso que debemos ser muy selectivos con nuestra nutrición porque el combustible que ponemos en nuestros cuerpos nos afecta mucho más de lo que pensamos.

Afecta nuestro estado cerebral, nuestro estado de ánimo y cómo reaccionamos al entorno.

Continuaremos profundizando en cada uno de los cuatro pilares del rendimiento, pero por hoy, estoy hecho y te dejo con el ejercicio diario.

La tarea de hoy es ser consciente de tus elecciones alimenticias. Piensa en los alimentos que consumes regularmente e identifica cuáles son combustible de alta calidad para tu organismo y cuáles son alimentos de baja calidad que no te llevarán a donde quieres. También, es muy importante tener en cuenta si observas algún patrón de comportamiento vinculado a ese alimento en particular.

Hasta la semana que viene.

Matias